 Daimiel (Ciudad Real), 9 dic (EFE).- Las primeras luces del día 
anuncian una incesante actividad biológica en el Parque Nacional de Las 
Tablas de Daimiel (Ciudad Real), que estos días despierta con unos 
mágicos y fascinadores paisajes de invierno.
Daimiel (Ciudad Real), 9 dic (EFE).- Las primeras luces del día 
anuncian una incesante actividad biológica en el Parque Nacional de Las 
Tablas de Daimiel (Ciudad Real), que estos días despierta con unos 
mágicos y fascinadores paisajes de invierno.
Las brumas y nieblas 
matinales envuelven cada rincón del Parque Nacional, que se presenta 
como un lugar embrujado en el que pasear se convierte en una experiencia
 misteriosa.
.
Quién así lo comenta a Efe es Manuel Claros Ruiz, un 
segoviano que con su familia pasa estos días festivos del largo puente 
de la Constitución y la Inmaculada en las Tablas de Daimiel, 
aprovechando el buen momento hidrológico que viven La Tablas.
Después
 de algo más de un década de sequía, miles de aves vuelven a encontrar 
en este espacio natural un lugar inmejorable de estancia.
Para 
este segoviano, ha sido toda una sorpresa descubrir el Parque "envuelto 
en una densa niebla" que, asegura, "te hace sentir que estás en un lugar
 muy distinto a La Mancha, quizás en un país británico, pero desde luego
 no en el corazón de la tierra del Quijote".
Como esta familia, 
miles de turistas aprovechan estos días festivos de diciembre para 
visitar Las Tablas de Daimiel, que pone al alcance de todos ellos una 
amplia oferta de uso público.
Caminar sobre pasarelas que recorren
 las tablas fluviales o adentrarse en grandes islas desde las que 
disfrutar de paisajes enigmáticos son algunas de las posibilidades que 
tienen los visitantes del Parque Nacional.
El trajín es incesante 
sobre los puentes de madera, con turistas que caminan de un lugar a otro
 en busca de captar el momento visual y la fotografía que recuerde su 
paso por este emblemático espacio natural.
Muchos de estos 
visitantes, a pesar de las densas nieblas, dedican su paso por Las 
Tablas de Daimiel a adentrarse en el conocimiento de las aves ya que la 
abundancia de especies y su proximidad a los recorridos que se hacen a 
pie propicia una observación muy cercana.
Andrés Miró, aficionado a
 las aves, asegura a Efe que una guía de mano es una buena ayuda para 
identificar la mayor parte de las especies que encuentran acomodo en Las
 Tablas de Daimiel y asegura que el Parque es un buen lugar para 
disfrutar de las aves, incluso por parte de personas poco expertas.
Miró,
 que aprovecha sus días de vacaciones en Daimiel, señala que la simple 
presencia de miles de grullas en el entorno del Parque Nacional, las 
grandes aves viajeras que hace algo más de un mes llegaron para pasar el
 invierno, "justifica recorrer este lugar".
El Parque Nacional de 
Las Tablas de Daimiel representa a los ecosistemas ligados a las zonas 
húmedas continentales, donde están presentes una gran variedad de aves 
acuáticas.
Entre las más abundantes se encuentran el somormujo 
lavanco, el zampullín común, la focha común o el zampullín cuellinegro, 
además de las grandes ardeidas como la garza real, la garza imperial o 
la garceta grande.
Junto a ellas, se pueden encontrar todo tipo de
 anátidas ibéricas, que se pueden observar dependiendo de la época en la
 que se visite el parque.
Entre la flora, las plantas acuáticas 
son el substrato básico de Las Tablas de Daimiel, y los únicos árboles 
presentes son los tarayes, unas formaciones arbóreas singulares, que en 
este parque nacional alcanzan grandes dimensiones, lo que los convierte 
en singulares. 
Aníbal de la Beldad
                (Agencia EFE)
 
