Recomendamos ver el vídeo igualmente
Fuente: CONCHAPEC (Viajes)
TABLAS DE DAIMIEL
Pasarela hacia la isla del Pan |
Al igual que en nuestra visita al Bom Jesús de Braga y al Palacio de
Mateus en Vila Real (Portugal), es la fuerza de la imagen, de una sola
fotografía, lo que ha sido el motor de este viaje. En este caso era la
imagen de las pasarelas sinuosas de las Tablas de Daimiel, en Ciudad
Real, vista desde no recuerdo cuando, la que me animaba a un viaje que
al fin he podido realizar.
Vista desde el Molino de Molemocho |
Recuerdo la lectura de un panel indicador hacia este destino en dos
ocasiones: a comienzo de los noventa en nuestra primera visita a La
Mancha y hace cinco años viajando hacia Andalucía. Nunca era el momento
adecuado para ir: o por un ya apretado programa de viaje o por el estado
de deterioro de las Tablas, que parecía definitivo.
Han sido las lluvias de estos últimos años y especialmente en éste, las
que han conseguido su aparente recuperación. hemos oído tantas veces a
lo largo del año "Las Tablas están como nunca", que elegir este destino
para una escapada era la opción más acertada.
En la ruta amarilla |
Cuando hace años me sentía tentada a visitar este Parque Nacional, me
planteaba si más allá de sus fotogénicas pasarelas, yo tendría capacidad
de apreciar la belleza de un lugar llano, cubierto de agua, con hierbas
y patos que yo sería incapaz de identificar. Los años me han aportado
muchas cosas y una de ellas es que a medida que han aumentado las
experiencias de vivir la belleza, ha aumentado mi capacidad de
percibirla. y a medida que aumentan las decepciones y las pérdidas
personales, la belleza allá donde esté, es el mayor bálsamo. Además esta
belleza de la Naturaleza exige poco y aporta mucho.
Ribera del Guadiana |
Y cómo no ser capaz de disfrutar lo que este año encontramos en las
Tablas de Daimiel después de conocer su historia.Se trata de la segunda
zona húmeda de España después de Doñana y el mayor masegar europeo, una
formación vegetal lacustre típica de la cuenca del Guadiana. Estas
tablas fluviales son láminas de agua de poca profundidad que se producen
cuando los ríos rebosan sus márgenes e inundan terrenos de los
alrededores. En este caso confluyen los ríos Guadiana de aguas dulces y
Cigúela de aguas saladas junto con el aporte húmedo de uno de los
mayores acuíferos de España, el acuífero 23, de 5.500 kilómetros
cuadrados y una profundidad de 70 m.
Este humedal atrae en otoño grandes concentraciones de aves invernantes
que pueden contarse por miles y que se suman a las que conviven durante
todo el año.
Pasarela entre carrizales |
Fue declarado Parque Nacional en 1973. Se pretendía con ello contribuir a
la conservación de uno de los ecosistemas más valiosos de nuestro
planeta y asegurar la supervivencia de la avifauna que utiliza este
espacio como zona de invernada. Pero casi al mismo tiempo se introducen
cambios en la agricultura de la zona: especies de regadío, viticultura
de regadío frente al tradicional secano, un "desarrollismo" cada vez más
exigente con el uso del agua, proliferando decenas de miles de pozos
legales e ilegales que con el tiempo serían fatales para el parque,
llegando a la desaparición por sequía de las lagunas y condicionando
gravemente el futuro de la zona.
Ya en 1973 habían desaparecido muchas hectáreas desecadas de la lámina
de agua y un colectivo, la llamada "gente del río", entre ellos 300
familias de pescadores, principalmente de cangrejo de río. Otras
personas vivían de la recolección de materias primas vegetales
procedentes del medio acuático: masiega, enea, carrizos y su posterior
trabajo de artesanía.
La Laguna Permanente en la ruta roja |
La sobreexplotación del acuífero 23 llevó a tal degradación que en 2009
la Comisión Europea abrió un expediente a España que se unía a la
anterior advertencia de la UNESCO que planteaba la posibilidad de
retirar la figura de Reserva de la Biosfera. Las lagunas se habían
agostado varias veces y en el año 2009 la turba comenzó a arder por
autocombustión. La turba, reseca y agrietada, comienza a oxidarse y
calentarse cuando el oxígeno penetra por las grietas llegando así a la
autocombustión. En aquel momento yo pensé que nunca podría conocer este
lugar.
Se hicieron transvases, se dice que se controló el uso de pozos y si en
la "Casa del Agua" en Daimiel un panel nos informa que frente al uso
abusivo de riegos la solución no puede venir del cielo, parece ser, que
han sido las lluvias las que han devuelto este esplendor aparente.
Porque lo que hemos encontrado en este mes de junio, pese a que ya gran
parte de las aves han volado hacia el Norte es espléndido. Y nuestra
experiencia es compartida por tantos otros viajeros que aquí han acudido
este año. Una visita en la página de Tripadvisor puede darnos idea de
esta realidad comparando las opiniones vertidas por viajeros en este año
2013 con las de otros visitantes defraudados en 2011. Claro que quien
es capaz de hacer un comentario semejante para expresar su decepción se
ha informado poco previamente de la fragilidad del ecosistema que va a
visitar o quizá esperaba un Aquapark que parece que es lo que busca
muchas veces el turista. Parques temáticos, atracciones de las que dar
cuenta en la web, que a la vuelta de nuestro viaje nos bombardeará
preguntando nuestra opinión acerca de la última atracción que visitamos.
Y en este término atracción se debe englobar todo, pues nunca
encuentro una alusión al último museo, paraje natural, monumento,
ciudad, ruina que visité y no puedo opinar porque para mí no son
atracciones.
Ave acuática |
Mi experiencia en Las Tablas ha sido extraordinaria. Se mezclan en este
sentimiento lo que aquí encuentro con lo que llevo conmigo, la
satisfacción de haber podido dejar el trabajo
a tiempo, circunvalar Madrid sin problemas de tráfico, llegar en el
atardecer de un viernes y poder disfrutar de una luz impresionante,
adentrarnos en una sinfonía de cantos que me avisan que estoy rodeada de
vida, descubrir esa vida en la variedad de vegetación que nos invade y
en esas aves que se muestran confiadas tras un día tranquilo de visitas.
Vista desde la Torre de Prado Ancho |
Hemos pasado dos atardeceres en Las Tablas recorriendo las tres rutas
establecidas. Volver a disfrutar de las luces cambiantes,los reflejos,
el olor, el color de la madera y sus herrajes, la vida de las aves y sus
crías, a pesar de la dura realidad que me rodea es parte del recuerdo
inolvidable que de aquí me llevo.
http://www.lastablasdedaimiel.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario