El Gigüela despierta... y Las Tablas respiran
El río Gigüela, ese viejo conocido de La Mancha que, por culpa de antiguas canalizaciones, sobreexplotación de acuíferos, y escasas lluvias ha aportado menos agua de la que debería a Las Tablas de Daimiel, hoy nos da una alegría: más de 6,7 hectómetros cúbicos de agua han entrado (de momento) en el Parque Nacional en lo que llevamos de año.
Sí, sí… lo estás leyendo bien. Más de 6 millones de metros cúbicos han vuelto a fluir por la estación de aforo de Villarrubia de los Ojos. Y eso, aquí, es sinónimo de vida. De reencuentros. De esperanza.
El agua lo cambia todo…
Las aves lo han notado. La masiega, la enea, los tarayes, las ovas... también.
Y es que cuando el agua llega, todo se transforma. Aparecen los colores, los sonidos, los reflejos. El parque se convierte en un espejo del cielo y un festival de vida en todas sus formas. Como dice el vídeo promocional del Parque Nacional: una auténtica "Isla de Agua".
Pero esto no es solo un número. No es solo un dato técnico. Es una señal. Una señal de que la naturaleza resiste, de que aún hay margen para que vuelva a florecer.
Y este año… está floreciendo.
¿Y tú? ¿Te vas a quedar sin verlo?
Porque una cosa es leerlo…
Y otra muy distinta es vivirlo.
Escuchar el chapoteo de una focha, sentir el aire húmedo en la cara, seguir el rastro de un martinete al atardecer… eso no se explica. Se siente.
Ahora más que nunca, Las Tablas están vivas. Y nosotros te las mostramos con el mismo cariño con el que te lo estamos contando.
🌿 Ven a descubrirlo con nuestras visitas guiadas.
No solo te llevarás una experiencia. Te llevarás emociones, recuerdos... y un pedacito de este lugar tan único.