Los últimos estudios del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) revelan que la vegetación subacuática del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, uno de los indicadores que se estiman para valorar la mejoría del ecosistema húmedo, ha experimentado una recuperación espectacular.
Santos Cirujano, científico del CSIC y uno de los mayores especialistas en el estudio del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, ha comentado a Efe que la llegada del agua al Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel ha hecho posible que se regeneren las amplias praderas de ovas, que cubrían gran parte de la superficie inundada del parque nacional.
Cirujano, que lleva más de treinta años realizando investigaciones en Las Tablas de Daimiel, ha explicado que a pesar de que pueda parecer "sorprendente" la recuperación de la vegetación acuática, no lo es tanto, pues los céspedes subacuáticos de ovas reaccionan como si se tratara de una "explosión" cuando llega el agua.
En los sedimentos que se encuentran bajo las aguas de Las Tablas, ha dicho, "hay millones y millones de semillas y propágulos con gran capacidad de resistencia, que germinan rápidamente cuando llega la inundación. Están adaptados a estas fluctuaciones y cuando llega el agua reaccionan de forma rápida, como si pensaran que esta es su oportunidad y la tienen que aprovechar".
La vegetación acuática del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel está compuesta por distintas especies del género Chara, esencialmente Chara hispida y Chara canescens, aunque en el pasado era más rica y variada, ha comentado Santos Cirujano.
No obstante, en los últimos meses se ha observado una magnífica recuperación de estas especies, debido a factores como que los niveles máximos de inundación en el humedal se han alcanzado en una época adecuada para la germinación de los propágulos existentes en los sedimentos.
Además, ha dicho, el mantenimiento de estos niveles de inundación a lo largo del año, han permitido que las formaciones subacuáticas completaran su desarrollo.
Fundamental en esta recuperación, ha dicho el científico, ha sido también la eliminación de una parte importante de la vegetación nitrófila y arvense que había colonizado tablas y tablazos con la inversión del Plan E.
Se han extraído 18.000 toneladas de biomasa vegetal que colmataba el vaso del Parque en una superficie de 630 hectáreas, que, de no llevarse a cabo se hubiera descompuesto al inundarse el Parque, provocando el notable empeoramiento de la calidad del agua e imposibilitando el desarrollo de estas praderas de ovas.
También ha sido fundamental para la recuperación de las praderas de ovas "el lavado" que se ha producido por la salida del agua por la presa de Puente Navarro, que ha facilitado la eliminación de una parte del exceso de nutrientes y restos vegetales acumulado durante la fase de sequía.
Esto ha hecho posible que el Parque haya tenido la mayor biomasa de ovas desde que existen datos, con una superficie cubierta por ovas de unas 450 hectáreas de terreno.
Santos Cirujano ha comentado que la recuperación de las praderas de ovas contrasta con la situación de la masiega (cladium mariscus), el macrófito acuático emergente más importante que estaba considerado como el mayor masegar de Europa occidental, antes de que se intentaran desecar a comienzos de la década de los años 70 Las Tablas de Daimiel.
De ese extenso masegar, que ocupaba el 57,5% de la superficie inundada en 1956, se pasó en 1984 al 29,5% y en la actualidad cubre menos del 8%, lo que pone de manifiesto que la masiega "ha decaído bastante en estos años".
Cirujano cree que los masegares pueden volver a recuperarse, pero en contraposición a la vegetación subacuática "lo hacen de forma muy lenta", ha precisado el científico, quien considera que se debería analizar y abordar con urgencia este problema.
Fuente: ADN.es
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