lunes, 12 de diciembre de 2011

Las Tablas de Daimiel hechizan al turista con mágicos paisajes de inverno



Daimiel (Ciudad Real), 9 dic (EFE).- Las primeras luces del día anuncian una incesante actividad biológica en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real), que estos días despierta con unos mágicos y fascinadores paisajes de invierno.

Las brumas y nieblas matinales envuelven cada rincón del Parque Nacional, que se presenta como un lugar embrujado en el que pasear se convierte en una experiencia misteriosa.
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Quién así lo comenta a Efe es Manuel Claros Ruiz, un segoviano que con su familia pasa estos días festivos del largo puente de la Constitución y la Inmaculada en las Tablas de Daimiel, aprovechando el buen momento hidrológico que viven La Tablas.

Después de algo más de un década de sequía, miles de aves vuelven a encontrar en este espacio natural un lugar inmejorable de estancia.

Para este segoviano, ha sido toda una sorpresa descubrir el Parque "envuelto en una densa niebla" que, asegura, "te hace sentir que estás en un lugar muy distinto a La Mancha, quizás en un país británico, pero desde luego no en el corazón de la tierra del Quijote".

Como esta familia, miles de turistas aprovechan estos días festivos de diciembre para visitar Las Tablas de Daimiel, que pone al alcance de todos ellos una amplia oferta de uso público.

Caminar sobre pasarelas que recorren las tablas fluviales o adentrarse en grandes islas desde las que disfrutar de paisajes enigmáticos son algunas de las posibilidades que tienen los visitantes del Parque Nacional.

El trajín es incesante sobre los puentes de madera, con turistas que caminan de un lugar a otro en busca de captar el momento visual y la fotografía que recuerde su paso por este emblemático espacio natural.

Muchos de estos visitantes, a pesar de las densas nieblas, dedican su paso por Las Tablas de Daimiel a adentrarse en el conocimiento de las aves ya que la abundancia de especies y su proximidad a los recorridos que se hacen a pie propicia una observación muy cercana.

Andrés Miró, aficionado a las aves, asegura a Efe que una guía de mano es una buena ayuda para identificar la mayor parte de las especies que encuentran acomodo en Las Tablas de Daimiel y asegura que el Parque es un buen lugar para disfrutar de las aves, incluso por parte de personas poco expertas.

Miró, que aprovecha sus días de vacaciones en Daimiel, señala que la simple presencia de miles de grullas en el entorno del Parque Nacional, las grandes aves viajeras que hace algo más de un mes llegaron para pasar el invierno, "justifica recorrer este lugar".

El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel representa a los ecosistemas ligados a las zonas húmedas continentales, donde están presentes una gran variedad de aves acuáticas.

Entre las más abundantes se encuentran el somormujo lavanco, el zampullín común, la focha común o el zampullín cuellinegro, además de las grandes ardeidas como la garza real, la garza imperial o la garceta grande.

Junto a ellas, se pueden encontrar todo tipo de anátidas ibéricas, que se pueden observar dependiendo de la época en la que se visite el parque.

Entre la flora, las plantas acuáticas son el substrato básico de Las Tablas de Daimiel, y los únicos árboles presentes son los tarayes, unas formaciones arbóreas singulares, que en este parque nacional alcanzan grandes dimensiones, lo que los convierte en singulares. 

Aníbal de la Beldad
(Agencia EFE)

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